domingo, 30 de marzo de 2014

Existe el CINE español

Cine con mayúsculas. Mayúsculas de cojonudo.

Yo antes creía que no me gustaba el cine español. Pero eso es una generalización estúpida.
Es cierto que el cine español antiguo, el humor de Ozores, Esteso... incluso Resines... me rebosa. Se me hacen cansinos. Entiendo el valor en el contexto, especialmente de los dos primeros, y lo admiro y respeto, pero a mi, a día de hoy, no me entretiene.
También hay mucho cine español malo. Malo horrible. Pestuños que empañan el panorama nacional. Pero es innegable que también lo hay en Hollywood, o cualquier otro.

Dicen que uno de los puntos fuertes del cine español es el humor. No lo niego, pero lanzo un pensamiento que me ronda: pudiera ser que nos parezca más gracioso, porque es más propio nuestro, cuadra con nuestra ideosincrasia, nos es familiar, conocido, cómodo, captamos los matices, las referencias... muchas veces incluso puedes anticiparte a él. El punto contrapuesto gracias al que me dí más cuenta de esto es el cine asiático. A veces representa comportamientos, ideas o costumbres que nos son tan ajenas que no las apreciamos.

Pero también tenemos un buen filón en el terror: El orfanato, el espinazo del diablo, el día de la bestia, los otros (no olvidemos que por mucha Nicole que aparezca el director es español).

Seguro que hay mucho más pero mi disertación no va por ahí.

A veces creo que tenemos el rasero demasiado alto con el cine español y no aceptamos un cine normal, correcto, que entretenga, con un guión sencillo, que no cambie tu vida, si no que consiga hacerte un impas de hora y media de distracción.
Veo por ejemplo cómo El lado bueno de las cosas, que me gustó mucho, ha ganado lo indecible, y que Primos, a penas raspó un Goya o dos. Y en términos generales me parecen películas bastante parecidas. Chico conoce chica tras acontecimiento más o menos dramático y con mucho humor parece que se enamoran pero luego no por que se lía la cosa, pero luego sí.

El otro día leí donde Moli que Ocho Apellidos Vascos es una película correcta, que funciona. Estoy totalmente de acuerdo. De eso se trata de que las películas funcionen, que cumplan un propósito sin grandes ambiciones. Parafraseándola una vez más "no es una película que te cambie la vida, pero entretiene y funciona desde el minuto 1".

Pues eso, vayan a ver Ocho Apellidos Vascos.

Y vean Primos que es un peliculón.


sábado, 1 de marzo de 2014

Sobre dinero, riqueza y gilipollas

Contra todo pronóstico, a pesar del título, no voy a hablar del gobierno. 

Hay una frase por ahí, que comparto en gran medida, que dice:

"Viajar es la única cosa que, costando dinero, te hace más rica"

Que bonito, ¿no? Muy acertado.  Si, PERO (y como bien me ha enseñado Bichejo, ahora voy a decir todo lo contrario).

¿Y la cultura? Desde un libro a una obra de teatro, una canción, un musical, o una exposición. Un museo. Desde luego podríamos entrar en debate sobre si todo eso debería o no ser gratuito y blablabla. Pero los escritores también tiene que comer, así como los actores, pintores... Desde luego la cultura ha de remunerarse. Y por supuesto no me parece que haya dudas sobre que todos ellos nos hacen más ricos de un modo u otro. 

¿Y los estudios? Supongo que es el paradigma de la cultura. Pagar para recibir una formación especializada. Bachiller, FP, Grado Superior... 

Llevo siete años oyendo críticas, insultos y vejaciones por haber recibido mi formación en una universidad privada. La frase en boca de la mayoría era que "que bien que papis me lo pagan todo". Pues si, no lo voy a negar, qué bien. Y menos mal que han podido. No sin grandes sacrificios. De no haber podido seguramente ahora no sabría lo feliz que te puede hacer ayudar a los demás en su situación más vulnerable. 

Me ha costado años de complejo y vergüenza, la verdad. Pero a día de hoy veo muy claro que pagar por acceder a los conocimientos que ansias, no es ninguna vergüenza. Que si viajar te hace rica, el conocimiento de hace una persona sabia y libre. 

Es gracioso que la gente me acuse de niña de papá, cuando a muchas de esas bocas, no solo las mantienen, por supuesto, si no que las mantienen fuera de sus ciudades, pagando una universidad pública (que sigue valiendo su dinero) y hacen viajes intercontinentales cada año o cada menos. Es muy irónico, la verdad.